NUESTRO MAYOR INTERÉS como sostenedores del linaje de los ciclos gTérma de Khyungchen Aro Lingma, es establecer las Sanghas Confederadas de Aro en el mundo como una humana y exuberante posibilidad para las personas comunes. Estamos vinculados con personas comunes, porque somos personas comunes. No somos extraordinarios o especiales; ni siquiera somos particularmente no convencionales. Provenimos de familias sumamente comunes de trabajadores de la clase media. Tenemos relaciones amistosas, cálidas, y cooperativas con nuestros padres y hermanos. Hemos experimentado también las vicisitudes bastante comunes de la vida, lo que nos hace como la mayoría de otra gente. Ambos tuvimos casamientos previos que no resultaron duraderos, por lo cual comprendemos a la gente que vive tales situaciones. Nos sentimos felices de poder decir que mantenemos buena amistad con nuestras ambas ex-parejas. Incluimos a muchos no budistas entre nuestros más cercanos amigos y los integramos con la comunidad en la que vivimos. No tenemos ningún deseo de vivir dentro de los protectores recintos de un centro espiritual.
Tenemos un hijo, Robert. Él tiene nombres tibetanos que le fueron dados por Kyabjé Kunzang Dorje Rinpoche y por el Lama Tharchin Rinpoche; no están oficialmente registrados en su certificado de nacimiento, porque no sabemos qué sendero él escogerá en la vida. Le enseñaremos sobre Budismo, pero no como un proceso de adoctrinamiento. Irá a una escuela común y vivirá un vida bastante común. Somos personas comunes, a quienes nos gusta y disfrutamos de la compañía de otras personas comunes.
Nunca fuimos ni privilegiados ni sin privilegios, ni inferiores en nuestra formación; y nos gustan las personas más comunes, con quienes hemos compartido privaciones y dificultades. A causa de la experiencia de vida y algo de nuestras personalidades seculares, estamos habilitados para proveer acceso a las enseñanzas Aro gTér a las personas de relativamente bajo nivel en la sociedad y que no desean una enrarecida atmósfera de sacralidad en la cual recibir enseñanzas. Apreciamos el humor y un cierto gusto por la vida en aquellos con quienes nos comunicamos. Sentimos fuertemente la necesidad de integrar las enseñanzas con la vida común y con la ética de disfrutar a plena sangre.
Siempre hay quienes quieren dedicar sus vidas a una búsqueda espiritual lo cual suele llevarlos lejos de su tierra natal durante muchos años. Ngakpa Chögyam fue una de tales personas, pero Khandro Déchen no lo era. En la década de los sesenta y principios de los setenta, era posible para los ingleses permanecer en India de un modo sumamente económico durante períodos de tiempo indefinidos; aquellos días ya se han ido. Ya no es posible de ningún modo repetir la experiencia. El mundo ha cambiado en muchos sentidos desde los días en que Ngakpa Chögyam volvía a Gran Bretaña periódicamente, y trabajando unos pocos meses en una fábrica, ganaba el suficiente dinero para permanecer en el Himalaya por un año o más. India y Nepal ya no son más los países donde un mes de sueldo inglés provee de alimento y albergue por un año.
Hay siempre alguna persona dispuesta a tomar un camino cuasi-monástico, en el cual sacrifican su aceptación social para dedicarse a una vida de práctica en Occidente. El sendero cuasi-monástico frecuentemente prueba ser necesario, a fin de que las personas puedan aprovechar la instrucción necesaria para la práctica de los tantras internos. Pero hemos conocido más que unos pocos que después se han lamentado en la vida, por carecer de una familia y carrera profesional adecuada. Conocimos un hombre que entró en un retiro de tres años pese a que su esposa estaba encinta. Nunca vió nacer a su niño y nunca experimentó su infancia. Su esposa, aunque inicialmente lo soportó, terminó dejándolo antes que el retiro concluyese. Fue una experiencia amarga para él, y ninguno de nosotros la recomendaría. Incluso, aun si uno es adinerado, no es tan fácil retirarse de la sociedad, y el mundo de occidente no es de los que respetan la mendicidad o el marginamiento social. Encontramos útil recordar que la práctica espiritual era una tradicional, principal, y conservadora propuesta de vida en Tibet, China, Rusia, Mongolia, y en los países del Himalaya donde el Vajrayana era practicado. Si intentamos establecer el Budismo en Occidente como una contra-cultura, sería sabio investigar las implicaciones de tal supuesto. Es por lo tanto nuestro deseo que las Sanghas Confederadas de Aro provean una estructura para quienes tienen familia y carrera profesional. En realidad esto no es tan diferente del Linaje Aro gTér en Tibet. El Aro gTér era un pequeño linaje familiar, y su práctica se integró con la vida de trabajo de quienes vivían en el Aro Gar, la comunidad de acampantes de la sangha Aro en Tibet. En este asentamiento las personas vivían como familias. Sus tiempos se regulaban acorde a las demandas de una economía de subsistencia; por lo tanto hilando, tejiendo, ordeñando, cortando leña, recolectando hierbas, y muchas otras actividades eran parte de la existencia cotidiana. Los occidentales frecuentemente consideran este estilo de vida muy idílico, pero en realidad no es ni más ni menos idílico que la vida de quienes practican el Aro gTér hoy día en EUA, Gran Bretaña, Europa Continental, y Escandinavia.
Como Lamas, nosotros intentamos enseñar mediante el contexto de vida cotidiana tal como es vivido por las familias que trabajan aquí, que son nuestros aprendices y discípulos. (Deberíamos apurarnos a decir que no estamos predispuestos contra los solteros, o contra quienes eligen no tener hijos, pues simplemente ponermos nuestro énfasis en quienes de otra manera tendrían grandes dificultades para acceder a las enseñanzas. Pretendemos que la gente de familia no se sienta en desventaja, o que no se retraiga de su decisión de tener hijos. Tenemos preocupación por el futuro, y también por las futuras generaciones de practicantes para que puedan beneficiarse con los tantras internos de la Escuela Nyingma.)
El contexto de vida cotidiana es extraordinariamente dinámico con respecto a los tantras internos. Existe una inmensa riqueza de enseñanzas, las cuales conducen a tomar las emociones como sendero; el amor y las relaciones románticas; experiencias genéricas; sexualidad intrínseca y penetrante; e integración de la práctica con la vida cotidiana mediante vivenciar la visión. La tradición de los mahasiddhas -que fueran tan maravillosamente retratadas por Chögyam Trungpa Rinpoche- es también la sangre de vida de lo que hemos comenzado a establecer en el mundo.
Los tantras internos han sido enseñados principalmente dentro del contexto monástico y de los rituales basados en la liturgia, pero esto necesita ser entendido tan solo como uno de los aspectos del Vajrayana. El corazón del Vajrayana es inseparable actualmente de las experiencias de la vida en todos sus interminables matices. Esta comprensión es fundamental para lo que intentamos comunicar mediante libros y artículos, retiros abiertos de enseñanza; programas de aprendizaje, y nuestro programa de entrenamiento de maestros.
Sentimos que si el Budismo va a sobrevivir en Occidente, es necesario dar algún paso similar al que dió el Jasidismo original, alejándose del escolasticismo y lo académico, y yendo hacia un sendero de éxtasis que pudo ser abrazado por los no académicos. Vemos que las Sanghas Confederadas de Aro brindan tal posibilidad a las personas comunes. Pretendemos establecer esta tradición de ordenación no-célibe en Occidente con la finalidad de crear una corriente viva de práctica, que pueda existir dentro de la sociedad de un modo que se integre con la vida familiar cotidiana. Sentimos que aunque la vida monástica tiene su lugar, y que muy bien puede continuar brindando un excelente sendero espiritual, esto también puede cambiar resultando ser un sendero minoritario en Occidente.
La vida monástica necesita ser apoyada por algún laico devoto y generoso. En Occidente, la mayoría de los que se sienten atraídos al Sendero Budista, están suficientemente interesados con la práctica, y deben dedicar recursos para sostener su práctica y sus maestros. Los laicos son aquellos devotos que no se sienten capcitados para dedicarse ellos mismos al estudio y práctica, pero sienten la necesidad de apoyar a otros en tal empeño. Podemos imaginar que suficientes personas que arden en deseos de apoyar las finanzas de una comunidad monástia, se sentirían sumamente celosas de no ser contadas entre los ‘laicos’. Si esto es cierto, entonces es muy improbable que siempre sea esa la amplia base del apoyo laico necesario para establecer el Budismo como una religión monástica en Occidente.
Habrá llegado a ser claro aquí que no consideramos que los practicantes no-célibes sean hombres y mujeres laicos. Este puede parecer sorprendente para algunos, pero desde el punto de vista de la Escuela Nyingma, hay dos sanghas ordenadas: las sanghas roja y blanca. Estas sanghas son: la sangha roja de monjes célibes, y la sangha blanca formada por personas no célibes que tienen un hogar y una familia.
La palabra laico, de acuerdo a los diccionarios de Inglés US, Inglés UK, Alemán, Holandés, Francés, Italiano, y Español, significa: ‘no perteneciente al clero/ no profesional/ aficcionado’. No encontramos que la palabra laico signifique ‘no célibe’ en ningún diccionario que hayamos investigado. Concluimos con esto que el uso de la palabra ‘laico’ en los círculos Budistas, le ha sido dado un significado particular a fin de enfatizar la importancia de la tradición monástica. Mientras no dispongamos de ningún argumento para redefinir las palabras, existe un verdadero problema cuando necesitamos encontrar una palabra para usarla con referencia a otras religiones exceptuando el Budismo. Hay diversas religiones con sacerdocios no célibes, y uno debería tener cuidado cuando aplica la palabra ‘laico’ a ellas. Si ‘laico’ se define como ‘no célibe’ entonces implicaría que algunas religiones tal como el Judaísmo y el Protestantismo Cristiano son enteramente ‘laicas’. Tal sugerencia obviamente resultaría ofensiva a los adherentes de estas religiones. Por lo mismo la sangha ngak’phang no debe describirse como ‘tantricos laicos’, porque esto es un palpable infantilismo según la mayoría de las religiones y lenguas Occidentales. Parte de nuestro trabajo es hacer conocer esta idea de modo que el Budismo en Occidente no sea visto como una religión donde el celibato es la única dirección que un aspirante espiritual serio puede tomar.
Con el aliento de HH Dudjom Rinpoche hemos comenzado a establecer la ordenación en la sangha ngak’phang de Occidente; nueve de nuestros estudiantes han dado este paso. Otros 25 aprendices esperan ser ordenados en el año 2000, y actualmente estudian para los exámenes que preceden a la ordenación, sumado a sus compromisos de práctica y retiros. Esperamos que al final de nuestras vidas, ya habrá una fuerte sangha ngak’phang en occidente y que este linaje será capaz de continuar y crecer. A este fin tenemos la esperanza de establecer un ‘lugar de retiro’ donde los maha, anu, y ati yoga, los tres Tantras Internos, puedan estudiarse y practicarse. Consideramos esto como una contribución a la sociedad en general y tenemos la visión de un futuro donde los enfoques de los Tantras Internos tendrán una saludable influencia en el modo en que las personas vivan sus vidas.
Estamos dedicados a asegurar que la línea directa a hija pueda resurgir. A este fin, la tradición Aro ha sido establecida como una confederación de organizaciones espirituales dedicada a crear oportunidades para los practicantes mujeres y los con familia. Ponemos especial énfasis en la práctica dentro de un marco de vida de familia, y en alentar a las mujeres a comprometerse en el entrenamiento para maestro dentro de este linaje. Actualmente hay un grupo de practicantes mujeres importante dentro de las Sanghas Confederadas de Aro que han tenido un inspirador contacto con Jétsunma Khandro Ten’dzin Drölkar, tres de las cuales ya han sido ordenadas en el compromiso vajra de la Sangha Ngak’phang.
Las ‘parejas de enseñanza’ son un importantes aspecto de nuestro linaje, y esperamos fomentar esta modalidad como la forma predominante de nuestro linaje en Occidente. Como integrantes de una ‘pareja pedagógica’, un importante aspecto de nuestro rol es mostrar un modelo de la danza que existe en el matrimonio de dos practicantes tántricos. Este es una de las más cruciales y fundamentales enseñanzas del ciclo Aro gTér. Se lo llama ‘Khandro Pawo Nyi-da Mélong Gyüd’ (mKha’ gro dPa bo nyi Zla me long rGyud) y se conviene en practicar como pareja, a fin de realizar las cualidades masculinas y femeninas que están ocultas dentro de hombres y mujeres. (Ver artículo: Honey on the Razor’s Edge -Miel en el filo de la Navaja-)
Vemos el rol de las ‘parejas pedagógicas’ como algo crucial para el futuro de la práctica tántrica para no-célibes en Occidente. También lo vemos fundamental para el mantenimiento de nuestra ‘declaración de responsabilidad’ en la cual quienes estudian con nosotros -y con nuestros ‘maestros de entrenamiento’-, se aseguran que la autoridad del profesor nunca significará abusos referidos a explotación sexual. Sin embargo, más allá de la ‘declaración de responsabilidad’, las ‘parejas de enseñanza’ darán una continua enseñanza sobre la naturaleza de las relaciones inspirando así a sus aprendices, como también a otros interesados en los Tantras Internos que asistan a los ‘Retiros Abiertos de Enseñanza’. Las Parejas de Enseñanza existieron en Tibet, no solamente dentro del Linaje Aro gTér, sino dentro de la mayoría de los linajes familiares de la escuela Nyingma. Sin embargo, esta fórmula nunca estuvo realmente instituida de un modo definitivo. En la tradición Nyingma, cada varón Lama ngak’phang es percibido por sus discípulos como Padmasambhava -y consiguientemente su sangyum se percibe como Yeshé Tsogyel-. Esto era bastante tradicional como contexto para la devoción, pero esta manifestación de método y sabiduría nunca fue concretamente extrapolada con referencia a la igualdad de los dos Lamas. La mujer usualmente era algo del transfondo, en el sentido de un ser que da espacio a la sabiduría en lugar de ser alguien que da instrucción directamente. Dentro del Aro Gar, la propuesta de parejas de enseñanza fue bastante definitiva en términos de igualdad, pero la ‘pareja de enseñanza’ no estaba presentada como un modo de enseñanza preferible al del Lama único. La tradición Aro de hoy puede decirse que explora este paradigma en términos de alentar activamente las ‘parejas de enseñanza’ como el modo preferido para enseñar. Vemos esta como un modo de integrar las enseñanzas de los Tantras Internos en la sociedad occidental de una forma que promueva una armoniosa relación matrimonial.